¿De dónde ha surgido la idea de traer a los jóvenes?
Hace un mes, otro sacerdote de la diócesis me dijo si íbamos a Valencia y nos vinimos tres días la semana pasada. Nos quedamos muy tocados de lo que vimos y de la experiencia de Dios que tuvimos aquí. Me quedé con el deseo de traer a los jóvenes. Cuando volví, no tardé mucho en pedirle al párroco que me cubriera las misas de la Inmaculada y me venía con los jóvenes a Valencia. Me dijo que sí y no hizo falta mucho, se apuntaron casi 30 y hemos venido 24.
¿Qué se van a llevar los chavales de esta experiencia?
Nos llevamos una experiencia de generar comunidad entre los jóvenes. A ellos les hace falta visitar las casas, los enfermos cosas que hacen las abuelas de la parroquia. Preparándose para lo que les tocará. Les digo que esto no va de solidaridad solo, sino que es ver el rostro de Cristo en el hermano sufriente. Ayudando al otro ves en él a Cristo y ellos ven a Cristo en ti.
¿Cómo habéis acabado en nuestra parroquia?
Vine con este sacerdote y yo soy muy cuadriculado, pero él es de ir haciendo. Me decía “tranquilo, lo tengo todo controlado, ya he hablado, tenemos alojamiento…” y no tenía nada preparado. Solo tenía el alojamiento, en el seminario de Santo Tomás de Villanueva y allí nos hablaron de esta parroquia. Al día siguiente nos presentamos aquí y nos enviaron a Catarroja. Hicimos contactos y esta vez lo llevo más preparado.