La participación de nuestra parroquia en la atención a los damnificados por la DANA de nuevo cambia y se adapta a las nuevas necesidades. Tras más de un mes y medio de servicio a los vecinos de Catarroja, el dispensario de comida y bienes de primera necesidad en María Madre ha cerrado. Las necesidades de este tipo de atención han disminuido mucho y se centran es estos momentos en situaciones muy concretas. No son pocas las familias que todavía requieren de este tipo de ayuda, pero las instituciones eclesiales y públicas empiezan a hacerse cargo de este tipo de situaciones que requieren de continuidad y cierta especialización.
Durante el fin de semana se ha desmontado el pequeño almacén que quedó en la parroquia de Catarrojay, durante la semana anterior se ha estado habilitando y abasteciendo el economato de Cáritas con el fin de llevar adelante las nuevas fases en esta misión.
En Santiago Apóstol se está cerrando también el almacén que ha dado cobertura a toda esta tarea. Es momento de encarar las ayudas hacia la obtención de mobiliario y electrodomésticos, así como de su reparto entre los hogares necesitados. Además, se está organizando, en coordinación con la parroquia de María Madre, la distribución de tarjetas regalo con el fin de distribuir adecuadamente los fondos económicos recibidos a lo largo de las últimas semanas para ayudar a aquellos que lo requieran en las localidades de l’Horta Sud.
Reproducimos unos fragmentos de la carta que la parroquia envió a todos los voluntarios de estas semanas,
No podemos más que bendecir a Dios por todo lo que estamos recibiendo de manos de la Providencia. Tanto los bienes materiales como personales están siendo el auxilio oportuno que el Buen Dios ha previsto para ir dando respuesta al acontecimiento de las inundaciones sufridas. Desde el primer momento estamos siendo testigos de cómo el Amor se adelanta y vence siempre.
Queríamos compartiros que el hecho de que la parroquia de Catarroja a la que estamos ayudando de forma primordial tuviese como titular a María Madre de la Iglesia y que en Santiago Apóstol esté también la misma imagen de la Virgen NO ha sido casualidad. Estamos convencidos de que ha sido Ella, la Virgen María, la que ha unido las dos parroquias y también nuestras vidas. Pero no solo eso, sino que al ser Madre de la Iglesia la misión ha dado cabida a todos los hijos de la Iglesia que se han querido acercar y hacer presente la Caridad de Cristo. Por todo ello, en ese día que celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen dimos gracias a Dios de todo corazón por tanto bien recibido y por cada una de vuestras vidas.
Muchísimas gracias por vuestra generosidad en un momento tan importante para todo. Nuestras vidas han quedado unidas para siempre y nuestro corazón ha sido ensanchado. Bendecimos a Dios de por cada uno de los voluntarios.
