El sábado 5 llegó el fin de semana grande. Esa misma mañana fueron los campeonatos parroquiales de todo tipo de deporte… El pin-pon, donde ganó Jordi Ricoma, los niños Tomás y Fernando fueron los triunfadores en la reñida competición del tradicional parchís, en el futbolín no hubo rivales para los hermanos Joan y David, la familia Ibáñez se colocó como líder del trofeo de fútbol sala y el equipo de baloncesto C25 alcanzó la medalla ganadora. A lo largo de toda la mañana, los más pequeños tuvieron también sus competiciones deportivas.
A las 19’30 con la comunidad parroquial al completo en el templo se inició la solemne Eucaristía de Santiago Apóstol, presidida por el párroco d. Vicente Carrascosa y concelebrada por seis Cooperadores de la Verdad. Tras la liturgia de la Palabra, la homilía se centró de la importancia de la vida parroquial como lugar de “ser recuperados para Dios, de ser alcanzados por su misericordia”. De esta forma el presidente realzó la importancia de la misión para contar a muchos “que Cristo está vivo a través de hechos, que ha sacado vida de lo imposible y que se puede vivir fuera de la culpabilidad”. La homilía finalizó animando a todos a vivir en comunión, ayudándonos y rezando unos por otros.
Al finalizar la Misa Mayor, y ya de noche, se inició la procesión que recorrió las calles del barrio: Reus, Dr. Óloriz, Málaga, Periodista Llorente, Arzobispo Fabián y Fuero y, de nuevo por Dr. Óloriz de regreso al templo parroquial. Numerosos fieles acompañaron al Santo e hicieron presentes en Marxalenes que la Iglesia está viva y tiene una Buena Noticia que ofrecer. Las calles se iluminaron con la velas precesionales y la música a cargo de la banda de música de la Sociedad Musical Tendetes que solemnizó el acto. La cena de confraternidad en el patio parroquial puso cierre al día. ¡Eso, sí! Cena con velada de chistes y fuegos artificiales.
El domingo 6 se dedicó a las familias. Desde mediodía hubo juegos y castillos hinchables para los más pequeños mientras 14 equipos competían por la mejor paella en el II Concurso de paellas Santiago Apóstol. La calle Dr. Olóriz fue el escenario donde familias, grupos de amigos, profesores del colegio y hasta los propios Cooperadores hicieron gala de sus dotes culinarias con nuestro plato más típico e internacional. El grupo de los profesores del colegio liderados por el padre Guillermo se alzó con el triunfo, seguido muy de cerca por la paella de Cari y Juani. El jurado, compuesto por Chema, nuestra querida Vicen y María Anatol no lo tuvo nada fácil. El patio del colegio albergó a los más de 300 asistentes a la comida.
La tarde de este último día festivo empezó por el concierto de cámara ofrecido por los jóvenes intérpretes de la familia Estaban-Mares. Tocaron piezas clásicas así como piezas de bandas sonoras o música popular, eso sí todas interpretadas con gran vivacidad y frescura. La jornada finalizó con la catequesis del padre Pellicer sobre el matrimonio y la familia.