El sábado 28 a las 6 de la tarde tuvo lugar el concurso de villancicos de la parroquia. Este año la participación fue muy numerosa y variada. Cantaron grupos de padres del colegio, profesores, comunidades neocatecumenales, alumnos del centro, familias de la parroquia…
En un ambiente festivo y con el templo abarrotado, las canciones en honor del Niño Dios tradicionales en España desde la Edad Media fueron sonando ininterrumpidamente e incluso con algunas de las letras compuestas para la ocasión. Destacó el conjunto formado por las niñas de primero de la ESO del colegio que interpretaron una canción original, con una letra muy bonita y tocando instrumentos para acompañar, se llevaron la pandereta de plata. La pandereta de oro, el primer premio, fue para las hermanas Gago, con un villancico que sonaba como una oración al niño Jesús y que se iba acompasando a modo de nana dedicada a los niños que han sufrido la DANA.
Todos los participantes se llevaron algún premio de reconocimiento por su actuación, hasta el grupo de los Cooperadores. Hubo muchos niños y familias completas, lo que hizo que la alegría fuese la nota dominante en esta tarde navideña.
Tras el concierto llegó el emocionante momento de la rifa, cuyos beneficios iban íntegros a ayudar a los jóvenes que peregrinarán el próximo verano a Roma con motivo del Jubileo de las Esperanza. Se formó una inmensa fila de niños con ganas de ser la mano inocente que fuera sacando los números afortunados. Con una gran expectación, cada premio iba superando a los anteriores, así hasta repartir 19 regalos. Hubo cestas de Navidad, un jamón ibérico y productos electrónicos de todo tipo, hasta una televisión. En este distendido ambiente, la alegría de uno era la alegría de todos.
El colofón de la tarde fue el mercadillo de jóvenes para recaudar fondos para el mencionado Jubileo de 2025 y un buen chocolate caliente. ¡Qué gran familia la de Santiago Apóstol!
