Soy Juanjo Hernández y desde que el padre Vicente nos propuso participar en la jornada de 12 horas de trabajo, me apunté porque la misión del cristiano es amar y servir, ser santos. ¡Que ocasión mejor que esta para dar un poco la vida y salir de la comodidad!
Unos 30 jóvenes fuimos el jueves por la noche a Catarroja desde la 11 de la noche hasta las 7 de la mañana y estuvimos habilitando la parroquia de Santa María Madre de la Iglesia para poder hacer un centro de abastecimiento para los más desfavorecidos. La verdad es que con lo que me quedo es ver como 30 jóvenes cristianos traen la esperanza a un párroco que el pobre estaba en shock, abrumado por la situación… traen alegría, no hubo ninguna queja, todo era disposición, era servicio, ayuda y cómo el servir nos da la vida, servir es reinar. Esto ha servido de ayuda para mí, ha sido impresionante. Luego también otro día fuimos a Algemesí, ver como estaba todo, en un ambiente de desesperanza, de tristeza, que lo han perdido todo, que no podía más… se veían sobrepasados. Traer es halo de esperanza, acudir a casa de las personas mayores, darles una palabra de aliento, de cariño, de ánimo…
Me quedo con esto. Al final lo bueno es la esperanza y la certeza en la vida eterna y esto como cristianos hay que transmitirlo a los demás, que la vida no se acaba con esto, la vida es mucho más. Animaros a continuar en esta misión de acompañamiento, de esta esperanza. Dios nos precede y nos consuela, solo él lo puede hacer. Ánimo y ¡a vivir!