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Nuestros voluntarios.

14/11/2024

Toda la labor que se lleva a cabo desde nuestra parroquia no podría llevarse adelante sin una pieza clave: los voluntarios. Son decisivos porque se podría haber hecho un gran proyecto de ayuda, pero si no hubieran estado acudiendo todos los días, la gestión hubiera sido del todo punto imposible. Esta concurrencia constante y en gran número ha sido uno de los signos claros de que este proyecto no es un empeño de la parroquia, sino que está animado y sostenido por Aquel que todo lo puede.

Todo el movimiento comenzó el jueves 31 con un grupo de Whatsapp pidiendo voluntarios que vinieran a limpiar una de las zonas afectadas, que fue la parroquia de Santa María Madre de la Iglesia en Catarroja. A medida que ha ido pasando el tiempo, la gente ha ido entrando en este grupo de Whatsapp y se ha ido haciendo grande, de tal forma que se han tenido que hacer varios grupos para integrar a todos los voluntarios que han ido accediendo desde toda España: Valencia, Madrid, Galicia, Asturias y Andalucía. Muchísima gente se ha ido moviendo por esta red de Whatsapp que se ofrecía a ayudar.

Lo que se lleva a cabo desde la parroquia es contactar con los pueblos afectados a través de sus parroquias y ver las necesidades concretas que hay, sea tanto en la propia parroquia como en las viviendas particulares o en las calles. Acotando las necesidades se ve cuantos voluntarios se necesitan. Esos voluntarios son los que se piden a través de los canales de Whatsapp o Telegram y se apuntan. Los fines de semana han llegado a salir entre 100 y 150 a distintos servicios: repartir comida, ir a las viviendas a ver las necesidades de las familias y ayudar en los almacenes que tenemos tanto en Valencia como en Catarroja. Tenemos grupos de 3-4 personas o grupos de 50-60 de otras provincias. Siempre se envían los voluntarios a trabajos concretos ya pactados desde antes de salir. Les damos de todo lo necesario tanto para limpieza como para su protección siguiendo las medidas indicadas por las autoridades sanitarias: epis, mascarillas, guantes de obra y de latex, botas y gafas.

Cada mañana se citan a primera hora de la mañana en la parroquia y conjugando las necesidades que se cierran el día anterior y la gente que acude se hacen los grupos de trabajo y se envían en los distintos vehículos disponibles, siempre después del rezo de laudes y con un picnic para que puedan parar a mitad mañana a descansar y coger fuerzas. Se controla que lleguen a sus destinos, que estén bien y que tengan todo; si falta algo de material, se les acerca, si hay alguna novedad, como riesgo de lluvia, se les indica que vuelvan.

Junto con ellos, otro grupo se queda en Santiago Apóstol para descargar las donaciones que van llegando, organizar el centro logístico y cargar el camión que todos los días sale hacia Catarroja varias veces al día con los pedidos que desde allí se hacen según las necesidades. El principal objetivo es asegurar que todas las donaciones que llegan van directamente a los damnificados, especialmente en Catarroja, pero sin olvidar peticiones concretas de otros lugares, siempre atendidas. Igualmente hay un equipo reducido de voluntarios que lleva a cabo toda la organización general desde el primer día.