Ya ha transcurrido más de un mes desde los terribles acontecimientos de la tarde y noche del 28 de octubre, día que quedará en el recuerdo y en la historia de los valencianos y de tantos voluntarios que llegados de toda España han sido decisivos en este tiempo.
Desde el primero momento la misión de los Cooperadores de la Verdad a través de la parroquia Santiago Apóstol se hizo presente en las zonas afectadas como respuesta a la llamada de tantos hermanos. La misión se hizo presente y urgente de forma que, sin saber muy bien porqué, Catarroja se fue haciendo el punto de acción preferente de nuestra parroquia. El Señor mostraba claramente el lugar de la evangelización, el lugar de hacer presente la Esperanza que nunca falla y la Caridad que siempre responde con delicadeza y generosidad.
Han sido más de 30 días de recibir alimentos y todo tipo de productos, de alquilar transportes, de cientos de viajes a las zonas afectadas, cientos de voluntarios en movimiento, toneladas de productos de primera necesidad llevados a Catarroja y distribuidos puntualmente, noches en vela trabajando, jornadas de muchas horas, llamadas de teléfono sin fin, pequeños detalles del Señor y grandes momentos de encuentro con el Santísimo Sacramento, Rosarios y Eucaristías de voluntarios… Un movimiento de la Iglesia en total salida hacia el prójimo por pura gracia de Dios. Un gran don y una gran tarea.
Tras esta fase de primera emergencia, María Madre vuelve a tener el templo limpio y adecuado para las celebraciones litúrgicas. “Dadles vosotros de comer” dice Cristo en el Evangelio y María Madre se ha convertido en ese lugar donde se ha hecho carne esta Palabra, tanto con el alimento para la Vida Eterna como con el pan de cada día. Al igual que en el Evangelio, ha sobrado, porque la acción de Dios ha sido potente y desbordante en donaciones, personas y trabajo.
Se entra en una nueva fase. El reparto de bienes de primera necesidad se sigue realizando a menor escala en los locales parroquiales y empieza a funcionar el economato de Cáritas Catarroja. Con todo, las necesidades siguen siendo importantes especialmente las de apoyo psicológico y toda la tarea de reconstrucción. La misión se redirige hacia estos nuevos campos de acción mientras sigue la limpieza de muchos bajos todavía anegados. Se requieren psicólogos, arquitectos, electricistas, fontaneros, albañiles, voluntarios que sigan limpiando y distribuyendo los muebles y electrodomésticos de las donaciones. Sigue habiendo hueco para el amor, porque el Amor nunca descansa, porque un amor que no sigue amando no es amor, es tan solo emoción.
