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Las donaciones

28/11/2024

La misión de los Cooperadores de la Verdad, Luz en las tinieblas, no habría sido posible en gran medida sin la colaboración desinteresada de tantos donantes. Sus aportaciones han sido importantísimas, especialmente en las tres primeras semanas cuando no había supermercados abiertos en las zonas afectadas, la circulación era casi imposible y la mayoría de los damnificados no tenían posibilidad de desplazarse por la pérdida de los vehículos. Era una situación de máxima emergencia.

Si bien este escenario, a fecha de hoy 28 de noviembre, ha mejorado mucho, no es menos cierto que las dificultades de los primeros momentos persisten para el grupo de personas más afectadas o en situación de vulnerabilidad por hallarse solos, ser ancianos o discapacitados.

Han sido muchas las empresas que han colaborado, desde firmas dedicadas a la alimentación y la producción y distribución de productos de limpieza, aseo e higiene hasta empresas dedicadas a maquinaria, electrodomésticos y mobiliario. Hay que destacar también la participación en esta misión de varios mercados de distintos puntos de España, aportando alimentos frescos de todo tipo.

La procedencia de las donaciones ha mostrado la solidaridad y buen hacer de poblaciones como Madrid, Barcelona, Alicante, Sevilla, Granada, Lugo, Oviedo, San Sebastián, Sant Cugat, Burriana, Alcoy, Viver, Cox, Sabadell, Nebrija, Parla… y muchas otras. Se ha ido a recoger alimentos a Algemesí, Náquera, Bétera… Evidentemente, la ciudad de Valencia ha destacado en aportaciones de todo tipo.

Si bien en algunas ocasiones se han buscado donaciones concretas y urgentes, hay que destacar la cantidad de llegadas que se producían motu proprio, inesperadas y, siempre, bienvenidas. A través de las redes sociales, del boca-oído se corría la voz de que lo que se entregaba en Santiago Apóstol llegaba íntegra y rápidamente a los lugares de la riada, especialmente a Catarroja. 

Junto con los trailers, camiones, furgonetas y coches llenos de todo tipo de materiales y alimentos, también han sido muy importantes las donaciones de los particulares: familias, ancianos, niños, personas de todo tipo y condición social. Se han acercado a Santiago con su carro de la compra lleno, con un somier o colchón, con palas y material de limpieza, fruta y verdura… La generosidad de las personas anónimas del barrio y de toda la ciudad ha hecho posible atender a tantas necesidades que han ido surgiendo.

Aunque lo peor parece que ha pasado, siguen siendo muchas las necesidades que atender cada día. Gracias a todos por vivir el amor de una forma diferente, pero imprescindible en estos momentos.