Tras la intensa mañana festiva, a las 18’00 horas ha tenido lugar la procesión por la demarcación parroquial. Tras la cruz procesional y el nuevo estandarte de Santiago Apóstol, numerosos fieles han acompañado a la nueva imagen de nuestro patrón. La procesión ha recorrido las calles de Reus, Dr. Montoro, Málaga, Avda. Constitución, Llano de Zaidía, Dr. Olóriz, Arzobispo Fabián y Fuero, Periodista Llorente y, de nuevo por la calle de Reus hasta la parroquia. La procesión ha estado presidida por d. Vicente Carrascosa, el párroco, y los padres Vicente Ballester, vicario parroquial, y Guillermo Ferris, titular del colegio parroquial. No ha faltado a la cita la banda de la Sociedad Musical Tendetes.
A las 20 horas se ha celebrado la Misa Mayor presidida por el párroco d. Vicente Carrascosa y con la presencia de varios sacerdotes Cooperadores de la Verdad. Con un templo abarrotado, la celebración eucarística ha sido el momento central de toda la semana festiva en esta parroquia del barrio Marxalenes.
La homilía ha sido una fuerte llamada a seguir a Cristo, tal y como lo vivió Santiago Apóstol. En palabras del párroco, “la experiencia de la fe no puede quedar encerrada” porque el dolor atraviesa a “toda una generación que se ha perdido” y se detecta “un tono general de desesperanza”. Vivimos en una sociedad que nos violenta cuando nos da un alimento contrario a nuestro ser a imagen de Dios, donde se promulgan leyes contra lo humano, donde se falsea la verdad del amor, en la que psicología y psiquiatría se presentan como omnipotentes, donde se nos impone lo provisional… una sociedad en la que prevalece “una cultura del bienestar que va en contra de la conversión”. Ante esta situación “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. El presidente ha hecho una clara llamada a no ajustarnos a este mundo, constatando que somos “pobres, pero profundamente amados por Cristo”, llamados a proclamar que existe la Iglesia Católica y vivir en una unidad “sin fisuras” con el Santo Padre y nuestro arzobispo d. Enrique.
Finalmente, d. Vicente Carrascosa ha exhortado con rotundidad a los numerosos fieles que llenaban el templo a seguir a “quien te ha robado el corazón, Cristo” hasta el final, finis Terrae, como hizo el apóstol Santiago. A no dejar de amarlo ni un instante, “entregando la vida porque quien no la entrega, la pierde”. Ha hecho una firme invitación al seguimiento de el Resucitado sin componendas para, así, “iluminar el barrio”. La homilía ha finalizado animando a los presentes a anunciar el Evangelio proclamando que “conocer a Cristo es lo único necesario” y así, perseverar para “que ninguno se pierda”.
Tras la Eucaristía, la tradicional cena de fraternidad en la plaza de la parroquia ha congregado a las familias, a los jóvenes y a los mayores. No han faltado las tortas de Santiago de Vicen, como no podía ser de otra manera, y un castillo de fuegos artificiales ha puesto el broche final a esta semana de fiesta y testimonio en el barrio de la Zaidía.
