Buenos días, ¿podéis presentaros por favor?
Hola, yo soy Mariam y yo soy Carla.
¿Qué estáis haciendo estos días?
M. Yo estoy viniendo a la parroquia para servir y atender a las personas afectadas por la tragedia de la DANA, yendo a la parroquia Santa María Madre de Catarroja que es el punto donde se dan los alimentos y se atienden las necesidades de las personas afectadas y, con mucha gracia y mucha bondad.
C. Estamos yendo a la misión, donde nos mandan, venimos aquí a la parroquia y donde haya necesidad vamos. Hemos ido al punto de distribución de Catarroja, también a Paiporta a quitar barro y a llevar un poco de esperanza a la gente.
¿Qué os ha movido a llevar adelante esta tarea?
C. Yo personalmente porque veía las noticias, las imágenes y no me podía quedar en casa, no podía quedarme sin hacer nada. Además, creo que los jóvenes podemos hacer mucho, de muchas maneras. Es la misión.
M. Al final cada joven y cada persona tenemos una gracia, entonces como dice Sta. Teresa de Calcuta “El que no vive para servir no sirve para vivir”. Esa frase la tengo muy presente en mi vida.
¿Algún testimonio o experiencia que os haya impactado más?
M. A mí ayer me comentaban que había un barranco y al lado una parroquia. El barranco se desbordó y la gente salía de misa, escuchaban desde dentro “¡Socorro! ¡Socorro!” y la gente se iba. Se me puso la piel de gallina, qué tristeza porque al final no podemos hacer nada.
C. Un día estuvimos yendo a casas donde había personas mayores, que no podían salir para llevarles comida o si necesitaban algo… Cómo respondían, con alegría porque pensaban que se habían olvidado de ellos, que no tenían esperanza. Nos decían “¡Ay, es que los jóvenes! Muchas gracias”, a punto de llorar.