¿Puedes presentarte?
Hola, soy oriunda de Catarroja y me llamo Ana Marzal Moreno, soy enfermera en cuidados intensivos muchos años y esta es mi parroquia, mi capilla de adoración, es mi pueblo y aquí estamos haciendo que cada día sea un poquito mejor para todos.
¿Cómo viviste el día de la riada?
Me pilló en el balcón de casa, vi cómo subía el agua, el agua subió en momentos y llegaban 5 personas por la calle con el agua a la cintura pidiendo a gritos que les abriéramos el patio, entraron al patio, los metí a todos en mi casa toda la noche, venían empapados, con barro y casualmente yo tenía que estar en mi parroquia, en misa, pero no había venido. Seguro que el Señor me quería en casa para rescatar a esta gente. Estuvimos todos los vecinos en el balcón toda la noche, viendo cuánto subía, has que a las 3 de la mañana el agua empezó a bajar y ya nos quedamos un poco tranquilos, veíamos el techo de algún coche.
¿Qué está significando María Madre en Catarroja?
María Madre es mi parroquia, yo gracias a Dios sin ningún mérito por mi parte llevo muchos años en la Iglesia y lo más impresionante es tocar cuantísima gente buena hay. Esto ha sido una oleada de generosidad, de cada uno, olvidándonos de nosotros para hacer algo por el otro. ¡Cuánta gente buena hay! Sin los voluntarios nos hubiésemos muerto los tres primeros días.
¿Dónde está Dios aquí?
Dios está aquí, haciendo café, limpiando garajes, con el ejército, con las personas que llevan la comida a los voluntarios, que no tenemos ascensores en todo el pueblo. Ahí está Dios, está Jesús, llevando comida a cada casa de la que no pueden salir. En los abrazos que nos damos continuamente porque los necesitamos. Está Jesús con nosotros, en la capilla de Adoración, muy pobre porque lo hemos perdido todo, tan pobre como nosotros, pero ahí está.
Dentro de 5 años o 6, ¿qué quedará de todo esto?
Quedará un corazón eternamente agradecido, de la cantidad de gente buena que hay, tantísima. Un corazón agradecido de tocar la bondad de la gente y de tocar al Señor en cada voluntario.
¿Alguna situación que te haya tocado el corazón?
Tantas, tantas… La gente que viene a por café y a por sándwich no viene solo para esto también viene a hablar, a desahogarse… Muchas veces vienen a darnos un abrazo, pasan por aquí y te dicen que te quieren dar un abrazo. Ahí está Jesús abrazándome, en esta miseria, desolación, en esta precariedad… pasa mucha gente a darnos abrazos solo porque estamos haciendo café y sándwiches. Al Señor, como está vivo, se le toca en muchas cosas, en muchos momentos.